sábado, 25 de febrero de 2017

Los No Oscar IV: Película

10. The Handmaiden
Park Chan-wook es un cineasta de culto, con una legión, justamente ganada, de fans. The Handmaiden es una de sus mejores películas de la última década. Intrigante, tramposa, desconcertante e hipnótica. Un retorcido juego convertido en película.



9. Neruda
Larraín ha rodado un biopic deliberadamente desapegado de la realidad. Un film político disfrazado de astracanada. Y un drama psicológico escondido entre sketches de comedia negra. Neruda es la obra de un escapista audiovisual, sobre un escapista literario y político, el soberbio (en más de un sentido) Pablo Neruda.


8. Julieta
Almodóvar volvió al drama intenso, trágico y tristísimo con Julieta, una historia contada en dos tiempos, unidos por una de las mejores elipsis de los últimos años. Julieta es una historia sobre la pérdida, sobre el vacío existencial que genera la desaparición de un ser querido. Es una película triste, maravillosamente rodada, con dos protagonistas fantásticas y decisiones narrativas acertadas. Lo mejor de Julieta, sin embargo, es que deja atrás una película tan buena como ella: Antía.

7. Jackie
Jackie no es un biopic, es una simulación. Una película que reconstruye a una Jackie Kennedy que quizás jamás existió. La obra coge el mito y lo deconstruye y reconstruye adaptándolo al mundo actual. Jackie es una apuesta formal y narrativa deliberadamente a contracorriente. Audiovisualmente es una película llena de imaginación, pero, en última instancia, lo que se recordará de Jackie será, ante todo, a Natalie Portman dando uno de los mayores recitales interpretativos de lo que va de siglo… otro más.

6. The Salesman
Farhadi ha vuelto a Irán para seguir buceando en las miserias de una sociedad carcomida moralmente. The Salesman es la historia de una violación y de su consiguiente venganza. Lo que en Elle se convierte en puro cinismo, en The Salesman evoluciona hacia una reflexión ética. Sí, sin quererlo, Farhadi ha hecho la anti-Elle, situando su cine social en las antípodas de la provocación non-stop de Verhoeven. Ambas películas se complementan en sus salvajes diferencias.

5. Paterson
Nuestras vidas están construidas en torno a rutinas y pequeños momentos de felicidad o belleza. Paterson es la historia de un hombre tranquilo y pensativo, que se limita a vivir intentando exprimir magia de la cotidianidad. A lo largo de una semana vemos a este conductor de autobuses de una ciudad post-industrial venida a menos, llevar a cabo las mismas acciones, mientras escribe poesía. Paterson es, en sí misma, un inmenso poema audiovisual, escrito con un cariño y una sensibilidad muy especiales.

4. L’Avenir
Aprender a vivir en soledad es uno de los grandes retos con los que muchos tendremos que lidiar tarde o temprano. En L’Avenir, lejos de resultar traumático es catártico. Por eso es una película tan brillante. Aborda la madurez, la soledad y la independencia con una enorme maestría. Hay muchas formas de ser felices en esta vida.


3. The Lobster
Lanthimos es, por mérito propio, uno de los cineastas de referencia de la última década. The Lobster, una salvaje reflexión sobre cómo la sociedad nos empuja a vivir en pareja, es una película lúcida y ácida a partes iguales. Una distopía atípica dividida en dos partes que se cuestionan la una a la otra, que no da tregua al espectador y que hace un uso del humor incomodísimo.

2. Toni Erdmann
A estas alturas he hablado tanto de Toni Erdmann que ya no sé qué más decir. Cuando en 20 años la vuelva a ver seguiré pensando que es una película que encapsula a la perfección la deriva socioeconómica de este Europa en crisis (económica, de valores). Y ese es su gran mérito, es una película clarividente sobre un tiempo convulso. Qué difícil es ser feliz a veces.

1. Elle

Elle es un show, un retrato fascinante de una mujer impenetrable, quizás uno de los personajes más crípticos, incómodos y estrambóticos del cine reciente. Cuando vi Elle tenía ganas de aplaudir todo el rato. La película sitúa a su protagonista ante situaciones imposibles y ella siempre consigue sorprender al espectador con las decisiones que toma. Es un constante “no va a tener ovarios” pero sí, los tiene y son enormes.

viernes, 24 de febrero de 2017

Los No Oscar 2016 III: Guiones y dirección

Guion adaptado


5. Park Chan-wook por The Handmaiden
La laberíntica The Handmaiden tiene un guion de estructura compleja (y tramposa), construido con precisión, para intentar engañar al espectador. Quizás, frente a su exuberancia visual, la parte narrativa podría pasar más desapercibida, sin embargo estamos ante una historia que maneja con precisión el misterio y la oscuridad humana.


4. James Schamus por Indignation
Adaptar a Philip Roth no es tarea fácil, sino que le pregunten a Ewan McGregor, que se estrelló este mismo año en su debut en la dirección con American Pastoral. El guionista James Schamus también escogió a Roth para debutar como director, sin embargo su Indignation sí es una película interesante, gracias a un guion plagado de diálogos y conversaciones inteligentes e interesantes. Schamus ha sabido captar la esencia incómoda del universo literario de Roth.

3. Tom Ford por Nocturnal Animals
Es complicado manejar el circo de pista múltiple que viene a ser Nocturnal Animals, una historia dentro de una historia, con saltos en el tiempo y entre la realidad y la ficción. Ford logra alcanzar cierto equilibrio para parir una película capaz de capturar la atención durante todo su metraje. Tiene momentos brillantes, oscuros y retorcidos. También fases más anodinas. En su irregularidad está parte de su gracia.

2. Pedro Almodóvar por Julieta
Adaptar tres relatos diferentes de una misma autora, Alice Munro y tejerlos hasta darles la forma de unidad es una labor, a priori, compleja. Julieta no es una película perfecta, desde luego, pero sí es una obra que funciona gracias a la construcción de sus personajes. Más que en los diálogos, como suele ser habitual en su cine, el poder del guion de Julieta reside en sus silencios, en todo lo que sucede fuera de la pantalla, en las elipsis.

1. David Birke por Elle
La historia de Elle combina violación, venganza, deseos tenebrosos, ironía y sociopatía. Y lo hace con un tono muy extraño, a caballo entre el thriller más oscuro y la comedia más cínica. A pesar de rozar el abismo del ridículo, logra evitar la caída. Y todo ello es gracias al tono, el tono es la clave de la película y lo que la hace tan extraordinaria.



jueves, 23 de febrero de 2017

Los No-Oscar 2016 II: Actrices

Actriz de reparto


5. Lily Gladstone por Certain Women
Los premios de la crítica estadounidense suelen ser, generalmente, bastante predecibles. Una de las grandes sorpresas que nos depararon este año fue la inclusión de Lily Gladstone en muchos de esos premios. Finalmente, su inclusión en la carrera no terminó de cuajar y la actriz no estuvo en la batalla final por la nominación. Aún así, en un reparto con actrices del nivel de Michelle Williams, Laura Dern o Kristen Stewart, resulta muy interesante observar cómo Gladstone se convierte en la interpretación más memorable de la obra. Todo gracias a su naturalidad y a la capacidad de generar empatía de la que hace gala la actriz.

4. Sarah Gadon por Indignation
Indignation, una de las adaptaciones más estimulantes que se han hecho de una novela de Philip Roth, se articula en torno a un joven judío que se siente discriminado en su universidad y una chica, con problemas psicológicos, que se enamora de él. A ella la encarna Sarah Gadon. Una decisión de casting perfecta, porque Gadon dota al personaje de un aura entre delicada y turbia. No sabes nunca qué pasa por su cabeza, pero sabes que no puedes estar tranquilo, porque se puede desmoronar en cualquier momento.

3. Janelle Monáe por Hidden Figures
La cantante Janelle Monáe ha saltado a la primera división del cine a lo grande en 2016. Si en Moonlight muestra su lado más cálido, en Hidden Figures saca a relucir su vertiente más combativa, interpretando a una joven afroamericana que pelea porque la dejen ser ingeniera. Todas sus secuencias son muy divertidas. 

2. Rachel Weisz por The Lobster
Poder ver a Rachel Weisz es siempre un placer. Si en Denial está sensacional, interpretando a una profesora universitaria que combate las falacias de los negacionistas del Holocausto, en The Lobster firma uno de sus mejores trabajos de los últimos años. No hace acto de presencia hasta la segunda parte de la obra, pero cuando irrumpe en escena, resulta imposible dejar de mirarla. Se convierte, instantáneamente en el corazón de la película. Logra transmitir su sufrimiento, su miedo, su amor y su esperanza. Por eso el final de la obra de Lanthimos es tan duro.

1. Molly Shannon por Other people
Cuando una gran actriz cómica saca adelante un papel extremadamente dramático, suele resultar bastante impactante, porque en el proceso zarandea nuestra imagen de ella. En Other People, Molly Shannon encarna a una mujer de mediana edad con cáncer, cuyo hijo regresa a casa para ayudar a cuidarla. Con el paso de los años, Shannon se ha convertido en una actriz formidable. Es una interpretación a bocajarro, que combina momentos durísimos con secuencias entrañables. Ojalá esta película hubiera tenido más trascendencia.


martes, 21 de febrero de 2017

Los No-Oscar 2016 I: Actores

Actor de reparto


5. Ben Whishaw por The Lobster
Nunca he ocultado que Ben Whishaw es una debilidad personal. Hay algo en su forma de hablar que facilita que siempre capte mi atención al cien por cien. En The Lobster interpreta a un hombre desesperado, otro más, que construye una relación a base de mentiras, de cara a poder salvarse a sí mismo. Logra transmitir una hermosa fragilidad en medio de su total egoísmo.


4. Ben Foster por Hell or High Water
Aunque al final fue el veterano Jeff Bridges el que logró la nominación al Oscar, Ben Foster también estuvo en la conversación, evidenciando una obviedad, el reparto de Hell or High Water está muy bien escogido. Sin prisa, pero sin pausa, Foster se ha ido labrando una carrera llena de títulos interesantes, demostrando que no es un actor al uso, sino un intérprete de carácter. Aquí vuelve a entregarse totalmente a su personaje, un atracador de bancos, azotado por la cara más oscura del capitalismo.

3. Trevante Rhodes por Moonlight
Que un hombre tan grande logre transmitir tanta fragilidad con tan poco, tiene un mérito inmenso. Rhodes, tímido, vacilante y tierno, consigue poner un cierre perfecto a un personaje que hemos visto crecer, amar y sufrir.




2. André Holland por Moonlight
Holland, con una carrera audiovisual claramente al alza, cuenta con el don de tener una presencia magnética. La forma de mirar, de sonreír, de hablar y de moverse de este actor es, simplemente, hipnótica. No puede reprochársele a Chiron que caiga en su hechizo.




1. John Goodman por 10 Cloverfield Lane
A estas alturas que un actor del prestigio de John Goodman, respetado tanto por la crítica como por el público, no tenga en su haber ni una sola nominación al Oscar, debería ser considerado un atentado cultural. En un año bastante flojo en esta categoría, Goodman debería haber sido rescatado del olvido por los críticos y haber llegado a la terna de nominados por su secuestrador conspiranoico de la entretenidísima 10 Cloverfield Lane. Vuelve a estar, como casi siempre, enorme.