domingo, 24 de agosto de 2014

Emmysalternatives 13/14 VII: Episodios de Drama

Al igual que en comedia, escogí 10 capítulos en lugar de nominar en guion y en dirección. Pero mi en los Emmys sería para Walley-Beckett por Ozymandias de Breaking Bad en la categoría de guion, y a Cary Fukunaga por el capítulo 4 de True Detective (sí, el del plano-secuencia) en dirección.

10. Six Minutes de The Killing
Dirigido por Nicole Kassell. Escrito por Veena Sud
El audiovisual americano ha explotado con mucha sabiduría el sub-género carcelario, ya sea haciendo films de acción como sobre todo de corte dramático. Este maravilloso capítulo de The Killing coge la clásica premisa de “un condenado a muerte está a punto de ser ejecutado a no ser que alguien consiga evitarlo” y la convierte en uno de los capítulos más tensos de la temporada televisiva 2013-2014. Triste, demoledor, turbador. Tiene un ritmo asfixiante y permite que tanto el preso como los dos detectives protagonistas ahonden en sus miedos y frustraciones.


9. Tome-wan de Hannibal
Dirigido por Michael Rymer. Escrito por Chris Brancato, Bryan Fuller y Scott Nimerfro
Ha habido grandísimos capítulos en esta temporada de Hannibal, como por ejemplo el 2º, también dirigido por Rymer que comenzaba con la asfixiante secuencia de persecución entre el maíz. Pero yo me quedo con este penúltimo episodio, el más barroco, el más excesivo, el que tiene el momento más truculento y salvaje, el más desenfrenado. Michael Pitt, Mads Mikkelsen y Hugh Dancy dan un recital de golpes, amagos… y otras cosas.


8. Chapter 17 de House of Cards
Dirigido por James Foley. Escrito por Laura Eason
Dudé entre el 16, con sus maniobras para aprobar una ley y sus trampas típicas del funcionamiento del Senado americano, y este 17. Al final opté por este episodio porque tiene dos de mis tramas favoritas de la temporada, por un lado Frank encerrado con un hombre al que le ha arruinado la carrera política en su despacho, encontrándose y desencontrándose todo el rato, mintiéndose, odiándose, entendiéndose. Y por otro lado, la famosa entrevista de Claire. Es un capítulo que te engancha y no te suelta hasta al final. 100% adictivo.


7. The watchers on the wall de Game of Thrones
Dirigido por Neil Marshall. Escrito por David Benioff y D.B. Weiss
En realidad este capítulo fue ganando para mí con el tiempo. En caliente hubiera escogido sin duda alguna el capítulo del juicio o el del combate, o incluso la atropellada (pero impresionante) season finale. Pero lo cierto es que el capítulo que realmente destaca sobre el resto es este The watchers on the wall, un episodio que se sale de la fórmula habitual de la serie al centrar la acción en un solo escenario y que tiene una dirección y un empaque visual acojonantes. Una clase maestra de cómo rodar acción, de cómo crear atmósfera.


6. Catherine de Masters of Sex
Dirigido por Michael Apted. Escrito por Michelle Ashford y Sam Shaw
Había otras opciones, sobre todo a final de temporada, como Fallout (1x10), pero el primer gran capítulo de la serie, el primero que se marca a fuego es este Catherine. Un estudio sobre la personalidad del críptico Bill Masters. Un capítulo dramáticamente muy poderoso por el tema que trata en su recta final y en el que todas las tramas funcionan como un reloj. Para el recuerdo, sobre todo, la conversación entre Masters y su madre, cruda no, lo siguiente.


5. Secret Fate of all Life de True Detective
Dirigido por Cary Fukunaga. Escrito por Nic Pizzolatto
Éste es el capítulo que envió Pizzolatto a los Emmys y por el que está nominado. Narrativamente fascinante, relata el asalto a la casa, mezclando la realidad de lo que pasó con la historia que cuentan Martin y Rust en el presente. Un juego de espejos deformados. Tenso, críptico, fascinante. Vamos, como toda la serie. Y, obviamente un prodigio de dirección tanto en la forma de rodar la acción como a la hora de crear tensión y ambientes insanos, casi fantasmagóricos.


4. Granite State de Breaking Bad
Dirigido y escrito por Peter Gould
Los restos del naufragio. Tras la cima de la serie, Ozymandias, y su efecto devastador, llegó este lacónico Granite State. Ahogado en la más absoluta de las tristezas. La historia de una derrota. Y de repente, cuando parecía imposible ya… Walter White volvió a ser humano. Y en 50 minutos nos contaron cómo se produjo esa transformación, cómo se volvió a levantar para intentar arreglar un poco de todo lo que había destrozado. Es un capítulo que arde.


3. The last call de The Good Wife
Dirigido por Jim McKay. Escrito por Michelle y Robert King
En todo listado de los mejores capítulos de la temporada lo lógico sería encontrarse en este puesto (o más arriba) a Hitting the fan (aka La Boda Roja de The Good Wife). Y obviamente Hitting the fan es una obra maestra, un capítulo explosivo, un cambio de las piezas del tablero demoledor. Y también es el capítulo que más me enfureció este año. Pero… The last call es el que más me conmovió. El capítulo narra lo que te pasa, lo que sientes, o lo que no sientes, o lo que no te pasa, cuando te arrean el golpe más fuerte de tu vida. Así, seguimos a Alicia Florick a través de la ciudad persiguiendo un fantasma, una frase que nunca se terminó… una posibilidad que como tantas otras se perdió en los océanos de decisiones no tomadas. Precioso.


2. The Strategy de Mad Men
Dirigido por Phil Abraham. Escrito por Semi Chellas
El gran capítulo de esta primera mitad de la última temporada de Mad Men fue sin duda The Strategy. El regreso de Don y Peggy a las coordenadas por las que transitaron en la cumbre de la serie, sí, The Suitcase. Esa secuencia que comparten con Sinatra de testigo es la más dulce y dura que he visto este año. Un capítulo modelo que funciona como catarsis casi silenciosa para sus protagonistas. La vida, como siempre, rompiendo las ventanas de la serie de Weiner.


1. Ozymandias de Breaking Bad
Dirigido por Rian Johnson. Escrito por Moira Walley-Beckett

"A su lado, en la arena, semihundido, yace un rostro hecho pedazos" 

No tengo un listado de mis capítulos favoritos de todas las series que he visto. Sé que en él estaría Two Cathedrals de The West Wing, o el arriba mentado The Suitcase de Mad Men, y también sé que estaría Ozymandias. O cómo el capítulo cumbre de una de las grandes series de la historia se hiló a través de un poema homónimo de Percy Shelley. ¡Hay que tener una osadía sin límites! Coger un poema del romanticismo y a partir de él contar la caída de Heisenberg. La bomba atómica narrativa de la serie. El resultado fue un capítulo que hace que el corazón se te salga por la boca todo el rato (no diriges bien tú ni nada, Rian Johnson), cargado de adrenalina, poético, hermoso en su fatalidad, viscoso, desagradable, árido y ácido como muy pocos que yo haya visto. Ozymandias es pura devastación.

“Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas”

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