viernes, 22 de agosto de 2014

Emmysalternatives 13/14 V: Series de Comedia

En los Emmys sólo nominan a 6 series, pero teniendo en cuenta que ellos no ven nada y yo veo muchas cosas, me voy a poner en modo Oscar, y hacer una lista de 10. Mis 10 comedias (y "comedias") favoritas del año.

10. Parks and Recreation

No fue, desde luego, la mejor temporada de Parks and Recreation, tuvo bastantes capítulos muy olvidables. Y aún así sigue siendo mi happy place por excelencia. Esa serie que me abriga como si fuera una manta suavecita y me hace feliz durante 20 minutos semanales. Y aún así tuvo capítulos muy buenos como el de la despedida de Ann y Chris o lo season finale doble con twist a lo bestia de cara a la séptima y última temporada. Quizás el problema de este sexto año en Pawnee fue que al estar Leslie muy perdida profesionalmente la serie se resintió, careciendo de la dirección hacia adelante que siempre le imponía su protagonista.



9. Community

Había muchas expectativas puestas en el regreso de Dan Harmon a Community, y quizás por ello mucha gente se sintió decepcionada. Estoy de acuerdo con que quizás pasado el ecuador de la temporada se sintió muy fatigada la serie. Sin embargo volvió a ser la Community que era antaño, con los mismos logros y los mismos problemas. Vamos, sublime en su irregularidad, pasando de capítulos soberbios (el de Fincher, el de la lava, el de la red social…) a otros que no aportaban nada. Ya se sabe, Community es mejor cuanto más experimental y meta se pone. Al final sí… habrá Six Seasons… y posiblemente And A Movie.



8. Brooklyn Nine-Nine

La nueva serie del hombre detrás de Parks and Recreation, Michael Schur, fue la gran perjudicada en el terreno de la comedia de las nominaciones a los Emmys. No entró ni en la categoría reina ni en mejor actor protagonista, dos premios que logró en los últimos Globos de Oro. Más alla de eso, Brooklyn Nine-Nine es el mejor estreno de una sitcom de network desde la temporada de Modern Family y Community. Tuvo unos primeros capítulos a los que les faltaba cocción, que quemaban demasiado a su protagonista y no terminaban de perfilar a los secundarios. Sin embargo pronto lograron que la dinámica grupal (elemento clave de toda comedia) funcionara como el mecanismo de un reloj perfectamente calibrado. Y a partir de ahí la serie fue una gozada. Divertida, original, entrañable, traviesa. Muchas ganas tengo de ver como sigue en su segundo año.



7. Modern Family

Parece que este año sí, que este año termina la dictadura de Modern Family en los Emmys y no logrará su quinta victoria consecutiva. De las favoritas a destronarla hablaré más abajo. Aún así, quizás esta haya sido la mejor temporada que ha tenido la serie en los últimos 3 años. Los personajes y los actores siguen funcionando a las mil maravillas (sobre todo sus interrelaciones) y ha tenido un par de golpes dramáticos que le han dado mayor profundidad a la serie sin restarle comicidad. Además de Under pressure del que ya hablé ayer, hay que destacar su maravilloso viaje a Las Vegas (¡ese juego de puertas!) o la season finale doble con la boda de Mitch y Cam.


6. Broad City

Alguien me preguntó cuáles fueron las series con las que más me reí en la temporada 13/14 y mi respuesta fue “Veep y Broad City”. Llegué a esta serie tras leer muchas cosas buenas de ella en Twitter y con la temporada ya finalizada. Me la ventilé en 2 días, intentando no devorarla de un tirón. Por lo tanto fracasé estrepitosamente. Broad City es la serie que más se aproxima al tipo de humor que yo tengo: negro, sucio, absurdo y muy autoparódico. Por eso ya en el segundo capítulo estaba totalmente enamorado de la serie y recomendándola a varias amigas. Mi frase-slogan para venderla era: es como sería Girls si fuera una comedia de verdad. Estas dos chicas piden a gritos cruzarse con las de la serie de Lena Dunham e ir a perrear todas juntas una noche. Y que en el transcurso de la misma pasen una sucesión incalculable de desventuras ligadas a la maría, el sexo y la vergüenza ajena.


5. Orange is the new black

Primera candidata que suena con fuerza para destronar a Modern Family tras su victoria en los Critic’s y el buzz obtenido gracias al estreno de su segunda temporada. Sin duda OITNB sería una gran vencedora si se impone el próximo día 25. Es una serie contundente, adictiva, muy entretenida. Se consumen sus capítulos como si fueran pipas. Ha dado una gran visibilidad a las actrices negras y latinas y ha construido una galería de personajes femeninos descomunal. No es una serie redonda, tiene sus aristas, al fin y al cabo ha salido de la mente de Jenji Kohan (Weeds). Pero está hecha con mucho corazón y con un gran sentido del espectáculo. Su enorme fandom la avala. Necesitaba una serie como ésta.


4. Shameless

Es curioso ver como justo en su temporada más dramática, Shameless salta a las categorías de comedia (tras una excepción de las “normas” de la Academia). Nos hizo pasar el invierno con el corazón en un puño. Si Fiona cae, caemos todos, y Fiona esta temporada no hizo otra cosa más que precipitarse hacia el abismo. También Ian o Debbie tuvieron tramas muy tristes, además de que V y Kev, que siempre son un alivio cómico, tuvieron menos peso. Aún así entre las tragedias de los Gallagher si coló ese humor tan gamberro, con tanta mala baba, típico de la serie. Mickey, Hank moribundo, la aventura universitaria de Lip… fueron tramas que ayudaron a relajar la tensión cuando la serie se volvía cada vez más oscura. Una cuarta temporada sensacional que deja un terreno bien abonado para que la quinta entrega sea igual de sólida.


3. Girls

No por ser previsible es menos indignante, en su temporada más sólida hasta la fecha Girls se ha caído de la lucha por el Emmy a mejor comedia del año. Frente a la irregularidad de los dos años anteriores este año la progresión de la serie ha sido más consistente yendo de menos a más según los personajes iban profundizando en sus conflictos. Tener a la relación entre Hannah y Adam como pilar maestro le permitió a Dunham perfilar una temporada que tratara temas bastante serios como la muerte, la familia, la amistad con el paso del tiempo, o cómo evolucionan las relaciones de pareja serias. Y aún así quizás sea el año de Girls con el que más me he reído, Hannah tuvo en su trabajo y antes con la publicación de su ebook momentos realmente hilarantes. Tan oscura y retorcida como siempre, Girls volvió a salir al ruedo para no dejar títere con cabeza de esta generación nuestra que va a la deriva.



2. Veep

Si hay que otorgarle el título de Most Improved Player este año a una serie sin duda sería a Veep. ¡Vaya salto de calidad ha pegado! Ya la segunda temporada fue mucho mejor que la primera, pero es que esta tercera ha sido descomunal. Negrísima, cínica hasta límites insospechados e hilarante. Tiene los diálogos más lapidarios de la televisión. Es una crítica mordaz a la política, o más bien a la basura que corrompe la política. Hace una radiografía de Washington como una enorme cloaca que ni House of Cards. Tiene un fantástico grupo de secundarios a cada cual más incompetente y peculiar. Y… además, tiene a Selina Meyer, el retrato más certero de político vacío por dentro y que es todo sonrisa por fuera. Todo el mundo debería ver Veep, aunque sólo sea por ver como reparte ostias a diestro y siniestro. Si hubo una serie de la que no hice reflexión de final de temporada y se lo merecía, fue esta serie, pero no tuve tiempo material aquellos días. PD: Veep es la otra gran candidata a desplazar a Modern Family.


1. Louie



No sé muy bien qué decir de Louie que no haya dicho ya antes de ayer, ayer, o cualquier vez anterior. La conexión emocional que entablo con esta serie no la consigo entablar con ninguna otra. No hay serie que me rompa los esquemas tanto y de una forma tan devastadora. Cuando una serie te hace reír a carcajadas y a la vez te deja noqueado durante días, pensando en qué tipo de persona eres, cómo es tu vida o hacia dónde te diriges, entonces… es que esa serie es especial. Y Louie lo es. No es una serie que haya recomendado mucho, porque no es una serie al uso, es pura libertad creativa, a veces onírica, otras hiperrealista, a veces tiene historias que se alargan 6 capítulos (véase Elevator) en cambio otras un mismo capítulo de 20 minutos cuenta 2 historias diferentes. Cuando uno se sienta a verla lo único que debe esperar es que C.K. le sorprenda. Nada más. No hay moldes, no hay reglas, es un genio dando rienda suelta a su creatividad, a sus sentimientos y a sus ideas. Este año reflexionó más que nunca sobre la incomunicación urbana, sobre la familia y sobre el amor. Fueron los 3 temas que recorrieron todos los capítulos. Quizás por eso esta cuarta ha sido la mejor temporada de la serie, porque ha estado mejor hilada, más condensada. Muchas gracias por todo Louis C.K., muchas gracias por ayudarme a comprenderme un poco mejor a mí mismo.

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